Tu ancla y cadena de barco son importantes para ti como navegante cuando estás en el agua. Cuando quieres quedarte en un lugar, lanzas la ancla, que es un objeto conectado a una cadena, para ayudar a tu barco a evitar que se aleje. Esto es especialmente crucial si tienes la intención de pescar, nadar o simplemente relajarte sin preocuparte por que tu barco se vaya flotando. Cuando no estás usando tu barco, necesitas una cadena fuerte para atarlo al muelle. Una cadena sólida y robusta mantendrá tu barco en su lugar y lo protegerá de las olas grandes y los vientos fuertes.
Al seleccionar un ancla y una cadena, considera tu barco y las condiciones en las que navegarás. Cada barco necesita cosas diferentes, así que piensa qué tipo de barco tienes. También deberías considerar el tamaño de tu barco, el peso del ancla y el tamaño de la cadena. Además, la resistencia de la cadena es muy importante. Esto mantendrá tu barco a salvo en mal clima.
Seleccionar el ancla y la cadena adecuadas es crucial para todos los navegantes. Elegir el ancla o la cadena equivocada puede acarrear problemas. Podrías lastimarte a ti mismo e incluso dañar tu barco. Un ancla de calidad asegurará tu barco, mientras que una que sea endeble o insuficientemente pesada podría no fijarse y permitir que tu barco se aleje. Esto es peligroso tanto para ti como para cualquier otra persona en tu embarcación.
Asegúrate de tener suficiente cadena para asegurar tu barco. Deberías tener al menos siete veces la profundidad del agua en cadena cuando ancles, y esta es una buena regla general. Si el agua tiene 10 pies de profundidad, necesitarás al menos 70 pies de cadena, por ejemplo. Esto ayuda a asegurar que tu barco permanezca anclado de manera segura en el agua.
El cuidado adecuado asegurará una larga vida para tu ancla y cadena. Lávalas con agua fresca después de cada uso para eliminar la sal y la arena. El agua salada puede hacer que se oxiden y dañen con el tiempo, por lo que mantenerlas limpias es necesario. Déjalas enjuagar y asegúrate de secarlas completamente una vez que hayan terminado. Guarda tu ancla y cadena en un lugar fresco y seco cuando no las estés usando. Un lugar seco alejado del sol ayudará a mantenerlas fuertes y listas para tu próxima salida.
Inspecciona regularmente tu ancla y cadena en busca de desgaste. Y verifica si hay signos de óxido, deshilachamiento u otros daños. Si notas algún problema, debes repararlos o reemplazarlos de inmediato. Esto evitará accidentes y te mantendrá seguro mientras estás en el agua.
Piensa en el tipo de agua en la que estarás. Distintos anclajes funcionan mejor en lugares diferentes. Por ejemplo, un ancla de flota es buena para fondos arenosos, mientras que una ancla de arado es más adecuada para fondos rocosos o duros. Identificar el tipo de fondo es vital para seleccionar una ancla apropiada.